El Chutney De Tomate Verde De Mi Abuela

Mi abuela llevo más tiempo que puedo recordar haciendo este chutney. Es fantástico como un condimento en una hamburguesa o simplemente con queso y galletas.

Se trata de una manera maravillosa de aprovechar los tomates inmaduros si el tiempo (como este año) no ha sido muy cortés. Recogí 5kg de tomates verdes de mi jardín, ya les había contagiado una roya, y luego hice dos lotes de esta salsa. Algunos los guardaré para regalos de Navidad y los demás los comeremos a lo largo del año que viene.

Ingredientes:

• 2.5 kg tomates verdes, picados en trozos grandes
• 0.5 kg cebolla cortada muy fina
• 4 cucharaditas / 30 g de sal
• 1L vinagre de malta
• 0.5 kg azúcar moreno
• 250g sultanas (pasas), picadas en trozos grandes
• 3 cucharaditas / 20g de pimienta blanca

Equipamiento:

• bandeja o cacerola
• 7 - 10 frascos con tapas
• papel film
• Etiquetas adhesivas
• tazón

Costo aproximado: 2.5 EUR por lote (si has cultivado los tomate).

Corta en rodajas finas los tomates y la cebolla, tirando las partes feas. Añade a un tazón grande y revuelve. Añade las 4 cucharadas de sal, revuelve otra vez y luego cubre con papel film o un plato grande y deja reposar toda la noche.

Esto hará que el líquido salga de los tomates y enriquezca el sabor. Este paso se puede omitir si no quieres dejarla durante la noche, simplemente reduce la sal por la mitad.

Sinceramente recomiendo que hagas este paso, ya que reducirá a la mitad el tiempo necesario para cocer el chutney. La reducción del líquido de los tomates y la cebolla para que sea lo suficientemente espeso para el chutney toma una gran parte del tiempo total de cocción

El día siguiente ...

Vierte el litro de vinagre en una cacerola grande. Añade los 500g de azúcar moreno y revuelve a fuego medio hasta que el azúcar se haya disuelto por completo.

Llévalo a ebullición.

A medida que el vinagre se está llevando a ebullición, pica las sultanas y añádelas al vinagre y azúcar. Lleva la mezcla a una ebullición lenta.

Retira la tapa de los tomates y las cebollas que has dejado durante la noche. Escúrrelos bien, pero no los enjuague. Enjuagarlos agregará más agua, y el objetivo de haberlos dejado salados por la noche fue la mayor cantidad de agua posible sin tener que triturarlos.

Añádelos al vinagre y mezcla bien. Añade las 3 cucharadas/15g de pimienta blanca.

Lleva a ebullición leve.

Una vez que todos los ingredientes se hayan añadido, hay que coserlos, a ebullición leve, 1.5-2 horas, hasta que estén dorados. El objetivo de este paso es eliminar más líquido para que el chutney se vuelva más espeso y que los tomates y las cebollas se ablanden y absorban el azúcar y se vuelven dorados.

Durante las próximas 1-2 horas todo lo que hay que hacer es revolver ocasionalmente y ajustar el calor si empieza a hervir con demasiada fuerza.

¡Aprovechemos el tiempo de cocción por preparar los frascos!

Lava bien los frascos y tapas en agua caliente. He reutilizado frascos que he guardado de salsas y mermeladas y otros que he recibido de amigos.

Ponlos en un horno precalentado a 140ºC (280ºF).

Esto secará y esterilizará los frascos.

Cuando tu chutney se haya reducido casi por la mitad y sea espeso y dorado, está casi listo. Cuécelo un poco más, estoy casi seguro que serás tan impaciente como soy y tendrás que dejarlo en el fuego un poquito más. Descubrí una buena prueba para saber cuándo está lo suficientemente espeso--cuando podía arrastrar mi cuchara de madera por el fondo de la olla y ver el metal de la olla durante un momentito. Cuando eso suceda, ya está listo.

Saca los frascos esterilizados del horno y colócalos en una hoja de periódico. En este momento me di cuenta de que no tuve ningún periódico, así que utilicé unas tablas de cortar. En cualquier caso, asegúrate de tener algo para cubrir las superficies de trabajo para que la limpieza sea más fácil, ya que el envasado hará un lío.

Sosteniendo en una mano con manopla de cocina los frascos calientes, añade con cuchara el chutney a ellos. Cuando un frasco está lleno, dale un toque leve en la parte inferior contra la superficie de trabajo para que cualquier burbuja de aire que haya se vaya.

Cuando todos los frascos estén llenos pon una doble capa de papel film sobre las bocas, y recorta. A medida que el chutney enfría, el aire bajo el papel film se contraerá, tirando hacia abajo del papel film, protegiendo aún más el chutney de molde. La forma cóncava de la envoltura se puede ver en las fotos.

Mientras los frascos enfrían, escribe algunas etiquetas que muestran la fecha, el contenido y el productor.

Una vez enfriados, pon las tapas y aplica las etiquetas. Puedes comenzar a comer el chutney de inmediato, o dejar que madure una o dos semanas. Yo no pude esperar, así que comí un poco, todavía calentito, con queso y galletas. Mmmmmm.

El chutney, si bien envasado, se debe mantener durante seis meses o incluso más. La semana pasada abrí un frasco que me dio mi abuela para la Navidad anterior (hace 9 meses) y todavía estaba bien.