Bottle Mask

El virus nos ha cogido a todos por sorpresa.

Faltan mascarillas, respiradores, viseras... y tanto el personal sanitario como repartidores, cajeros, dependientes, etc necesitan protección.

Los primeros está especialmente expuestos a una carga vírica importante, por lo que deberían tener a su alcance material de calidad. Pero cuando no hay otra cosa, mejor algo imperfecto que nada en absoluto.

Hay grupos de makers haciendo increibles esfuerzos por diseñar, estandarizara e imprimir viseras de este tipo, con un resultados fabulosos. Sin embargo no todo el mundo tiene al alcance una impresora 3d, y se tarda entre media hora y seis horas en imprimir uno de estos modelos.

Así que se me ha ocurrido este 'apaño' que -como decía antes- es mejor que nada y apenas necesita 5 minutos de tiempo y muy pocos materiales.

- Una botella de refresco grande. El sabor no importa :-D

- Una hoja de acetato transparente o -mejor aún- de PVC (se usan como portada para encuadernar).

- Tijeras o cutter

- Cinta adhesiva

- Goma elástica

- Grapadora (opcional)

- Taladradora de papelería

De la zona más lisa, corta un par de tiras de un par de centímetros de ancho.

Puedes empezar con el cutter, pero recomiendo la tijera para evitar accidentes.

A una de las tiras hazle un pequeño agujero en cada extremo. Con la taladradora de papelería queda perfecto, pero también puedes hacerlo con el cutter o calentando un clavo.

Para que la pantalla no toque la cara hay que dejar espacio entre las dos tiras. La que tiene los agujeros irá pegada a la frente.

A 2,5 centímetros de un extremo esta cinta pega la otra con cinta adhesiva o grapas. Déjala floja y pega el otro extremo de igual forma.

Pasa una goma o un elástico de costura por uno de los agujeros. Puedes hacerle un nudo como mejor te parezca.

Si tienes gomas más pequeñas, puedes unir un par o tres para que la cinta no quede muy apretada.

Finalmente coloca la hoja de acetato o PVC apaisada sobre la cinta que está más lejos de la cara y fíjala con fixo o grapas.

El acetato es fácil de encontrar pero no se puede lavar con lejía, por lo que se debería desechar cada día.

Otras hojas transparentes, de PVC sí se pueden desinfectar y reutilizar.